la pequeña línea
cerca de la comisura
cerca de la comisura
de tu boca, por el borde
de mi cuerpo que se dibuja
dentro del vestido
dentro del vestido
¿vamos?
"felicidades"
(antes de hablar de amor
decíamos cosas hermosas)
prólogo.
mi vestido rojo,
furia: puta triste
o los zapatos metidos
en los charcos de
felicidad adolescente.
¿cómo queda el fernet
en el saco blanco?
sacáme la mano de
sacáme la cara de ahí
no sonrías, ya se te ve
el hueco del alma.
una correlación
entre lo que
te sigue pasando
y a mí ya no:
un juego de niños
un juego de living
un juego sucio.
I.
asestabas los golpes,
los golpes
contra un pequeño espacio,
de mi humanidad
y no podía dejar de mirarte
las pecas doradas
marrones, plateadas del verano,
tu boca de anémona.
tres pares de medias,
en un cd las últimas modas,
un libro de puig y el mate,
las cartas que te mandé:
las que dejarán que cante
retruco y recordar por qué
te gusta tanto correr.
voy a dejarme crecer el pelo
como enredadera
hasta los pies,
no vas a poder conmigo ni con él.
felicidades:
voy a dejarte
como el color rojo
te vas a acordar
de cuando aún
me arrodillaba
y hoy no
felicidades:
hijo de una gran
mujer
que por suerte
me recuerda
lo que nunca
no
felicidades:
hijo de dos
apellidos
pretenciosos
que no dicen nada
porque en vos
no hablan
felicidades:
y me cago en nos
presuntuosos
que creímos
y dijimos:
como si esto
pudiera domesticarnos.
y con vos:
hacer un rembrandt
donde el perfume se concentre
oscuro como el hueco que se llama
"tu habitación".
amanecer estirando el brazo
para alcanzarte la media
para pedirte con empujoncitos
mates mates mates y porfavor
que no te levantes.
amanecer dormida y sola
para estirar el brazo y notar
que ya no es enero
ni las enredaderas
de tus piernas
otra vez.
¿habré sido infiel?
te tiré las zapatillas a la basura, le dije al vecino que me pegabas.
¿habré sido infiel?
te fumé dos de los tres cigarrillos que te quedaban.
¿habré sido infiel?
te llené la cueva donde solías refugiarte de gente mía.
¿habré sido infiel?
le regalé mis pechos y la cintura y la espalda a un jardinero,
para que me mintiera y dijera que allí crecería algo otra vez.
amanecer asomando
la cabeza a la heladera
exhumando la cena pasada,
la ropa y los libros.
y conmigo:
aprender a soltar las amarras
del tiempo que concentra
oscuro como el silencio que se llama
"buen compañero".
II.
y qué tiene si te digo por ejemplo:
quiero mis pechos tibios,
un niño trepado a tu espalda,
una vida apasionada,
un frasco de mermelada,
una cama de dos plazas
y sábanas limpias para los dos.
y qué, si te digo:
me gusta la firmeza
de tu espalda,
y como las pecas flotan rítmicas
en la superficie blanca,
que no es océano
pero va y viene.
y qué tiene si te digo:
con vos puedo yo si que,
reventarte la muerte
que a tu espalda se agarra;
clavarle unos vidrios
verdaderos, unas putas
sábanas para los dos.
tengamos un hijo
tengamos dos
planeemos vacaciones
planeemos la separación
a mi me dejas mis cosas
lo nuestro quedateló.
el jarabe para la tos
se hace con yuyos:
amalia me decía que vos
tenías los ojos hermosos
que todos hablaban de tu mirada.
amalia estaba enamorada de vos
y de la chica que decías que te gustaba
pero te trataba mal, y amalia te consolaba.
pintaba unas remeras re lindas
y me hablaba a mí de tus ojos fieros
de tus cejas tupidas y negras
tu jeta de zambo desteñido
y de que yo la entendía
porque sabía de la belleza
de tus ojos y tu perfume.
el jarabe para la tos
es bueno cuando te lo recetan:
amalia después quiso enamorarse de mí,
para cerrar el circulo de confidencias
le dije que no, que era egoísta de su parte
y le tomé la mano a su hermano
y así le avisé que eso era oficial:
una derrota compartida
porque ni ella, ni vos,
ni su hermano, ni la chica que
te gustaba pero no te quería,
teníamos como vencer.
amalia es buena,
su hermano también,
la chica que te gustaba tuvo un accidente
fatal: la confundieron con otra
la violaron y la mataron
por puta o buscona... la otra, no ella
se entiende, pobrecita.
nunca más pude vivir sin vos
como verás.
el jarabe es bueno para la tos.
es como el ruido
como los rincones o las cornisas
es como el piso cuando se precipita
sobre las rodillas
es como la pluma
en límite del entendimiento
como las nieves del julio pasado
sobre las mejillas
es como la fijeza
como platos por romperse
como el cielo de la mujer perdida
entre los árboles oscurecidos
es un caramelo brillando
recién pelado, esperando
en silencio lo asesino,
lo principalmente
agujereado de mí.
III.
lo objetivo es
que te quedes solo
que aceptes que no
y aceptes que si pero no
lo dialéctico es
que seas mi universal
y en los particulares
despliegue mi contradicción
lo subjetivo es
que aprendas a abrir
la boca y el cuerpo que no
y veas que no, que no
lo práctico es
que asumas en acto que yo
encubro y denuncio
tu energía vital
encarnada.
que te regalen
esa idea feliz,
que te aparezca
como una brasa
y te queme
en la mano,
para que sientas
algo parecido a mí:
que pensar y decir
en el otro no es
un acto onanista.
alimentando
bocas de concreto
con letras derramadas
en la hoja, porque no
está tan mal
escribir sobre papel
de cuando en vez
bocas concretas
de leguas concretas
que lavan otras
en avenidas, a veces
que escupen derramadas
y hablan -cintas asfálticas-
de celulitis, de tetas
engordando
espacios a manotazos
enroscando piernas
trabando abrazos concretos
como el pavimento
como el músculo tenso
el beso tranquilo.
IV.
te tapizo
no.
te dibujo.
un cuerpo
no.
no
no no
ves?
¿y si así fuera?
sostener
entre el índice y el pulgar
lo que
no.
¿cómo se aprende
lo nunca enseñado?
el espacio
no.
¿cómo se hace
para no?
no.
ponele que
sí te
a...
no.
y mi letra
no es mi letra:
no
existimos
más.
que en las sábanas
que en tu caso
que en mi tiempo
no.
la mujer no
la belleza tampoco
(vos menos)
y no borrar
con el
pubis
no borrar
con el
codo
y no borrar
con la
lengua
lo que escribí
con la
mano.
besos
desos
sí,
ahí.
V.
un mar
como sucesión
de multiplicaciones,
como llanto
de niña nueva en tierra,
en el chasquido milimétrico
de las faldas del agua en las piedras,
o la mueca de la maría
frente al espejo del salón del mundo
a tus pies,
se me ha perdido una niña
carabín, a tus pies,
en el fondo del jardín
cantando canciones viejas
de la guerra en no se dónde carabín,
en la punta que sostiene
tu blanco bajo mis cuadras limpias,
en la noche de verano carabín,
en el fondo del
jar dín.
y no se que viste en mí:
poder hablar en plural,
vivir con lo que se es,
metro sesenta, cicatriz,
malas costumbres
reducir a otros hombres
a simples muestras
añicos o recuerdos,
para que las migajas
no sean minas...
y aún así.
artes marciales
aprender las de mi abuela
desplumar una bataraza
su tibio y suave cuerpo
en agua hirviendo y
arrancar a contrapelo
rojas plumas para un
almohadón y roja carne
para los perros que
mueven la cola
y nunca preguntan.
tachar y comprobar
tachar o corregir
tachar, entonces ser
tachar sí y sólo sí...
no se qué es un adverbio,
no se qué es
un pluscuamperfecto
y menos que mé,
escribir sin errores
de integridad.
VI.
una palabra,
cuerda al sol,
donde se ventile tu pena
dos cosas para decirte:
no olvides.
hacer de esta tarde
una noche productiva:
mi amiga me dice
ponés un poco
de esto, y un poco
de estotro, y
tarán!, algo sale.
hacer como los niños:
arrancarle el pelo
al que te gusta
es mejor que hacer niños.
mejor, mejor
si por hablar de ciertas cosas
dieran premios,
si por hablar: me cortaría los dedos.
te escribo todo un libro
una canción, mil coplas...
te escribo todo un libro
y a cambio cerrás los ojos
y abrís la boca.
la puta que te parió
la puta,
una víbora enorme
con su boca
rellena de un niño.
me voy a dormir
pero que conste que no es mi estilo
que quede claro que yo
venía a hablarte de mil cosas
de la muerte de los plátanos
de la plaza de nuestro barrio
de la boca terca
del gato que duerme
y del perro que nos dejó.
no tequito
la cola
tecorto
la cabeza
perdón.
epílogo.
y mis
erratas:
fe de
donde dice falo
fe de
donde dice
no era un filo terrible?
fe de.
y el deseo
es un plato
muy bien decorado.